La ministra se refirió al plantel comandado por Diego Placente, que va a disputar el Sudamericano Sub-20 en Venezuela para clasificar al mundial de la categoría.
Frente a la tensión en Venezuela de cara a la toma de posesión del cargo de presidente -que tanto el opositor Edmundo González Urrutia como el actual mandatario, Nicolás Maduro, prometen jurar-, Patricia Bullrich pidió este miércoles que el Sudamericano Sub 20 de fútbol que se llevará a cabo en Venezuela entre el 23 de enero y el 16 de febrero próximos cambie de sede, tras advertir que no se pueden enviar a ese país «chicos a los que pueden secuestrar» como al gendarme Nahuel Gallo.
«Habrá que cambiar de sede… qué sé yo. La Conmebol lo tendrá que pensar. Argentina no va a mandar chicos a los que pueden secuestrar», señaló la ministra de Seguridad en declaraciones a CNN Radio.
«¿Qué diferencia puede haber entre tener un jugador de fútbol que puede ser una pieza muy importante y un gendarme?, se preguntó la funcionaria. «Lo pueden acusar de cualquier cosa: Argentina mandó a uno que fue policía y a ese lo agarran. No… es un riego», comentó.
En ese sentido, fuentes de la Conmebol comentaron a la agencia Noticias Argentina que «están monitoreando» la crisis política en Venezuela por un posible cambio de sede.
En otro tramo de la entrevista, la Ministra consideró que «si el régimen sigue habrá que buscar otra salida más heterodoxa». Hay un «choque frontal» entre un sistema «dictatorial» que «se quiere quedar» y que «desde el primer día no aceptó el resultado electoral» del pasado 28 de julio, y «un gobierno que le va quedando solo la represión como único recurso», destacó.
«Cuando uno piensa que Edmundo ganó con el 70% de los votos, debe tener una gran cantidad de votos de militares, de policías, con lo cual están en la última de etapa de lo que es un régimen, que es el terror«, analizó la funcionaria en alusión a la administración de Maduro, luego de subrayar que «ya no tiene base social».
En este sentido, consideró que la ola de detenciones del último tiempo -entre las que se incluyen la del gendarme catamarqueño y la del yerno del autoproclamado mandatario electo por Plataforma Unitaria Democrática– Bullrich insistió en que «no tiene más que una justificación que es una dictadura tratando de mantener el poder y un pueblo que está intentando que se le reconozca su lugar eligiendo un presidente».
«Hay que ver cómo se desata esta situación y cómo termina», agregó antes de analizar las variables: «Termina asumiendo Edmundo González Urrutia porque la gente lo apoya y sale a las calles como lo está pidiendo María Corina Machado, o el régimen sigue y entonces ahí la situación habrá que buscar otra salida más heterodoxa». Al respecto, aseguró que hay «planes» pero que no los harán «públicos».
Tras reiterar que el Gobierno de Maduro está «sembrando el terror en todos los estamentos de la sociedad» y que ha tomado «de rehenes a extranjeros», remarcó: «Nosotros esperemos que gane la democracia, el Estado de derecho, en contra de la dictadura. No es una tarea fácil pero es una tarea necesaria».
Sobre el caso de Gallo, quien permanece detenido desde el pasado 8 de diciembre, aclaró que «cuando alguien viaja al exterior hay que presentar una serie de papeles» y precisó respecto del accionar de una de las unidades que comanda: «No tuvieron la mirada geopolítica de que a Venezuela no se podía ir. Esto nos ha llevado a pensar un protocolo para que tengan claro cuáles son los países donde un miembro de la fuerza de seguridad o hasta un argentino corre riesgo».